domingo, 31 de enero de 2010

puerto, ho mi puerto tres


Desperté, estaba el awelo a mi lado pero veia sólo su pelo, me dolía toda la espalda, no quería dormir nunca más en el suelo. Seguí durmiendo.

Comenzaron a hablar y el awelo comenzó a cantar sus desafinados y mi sueño empeoró, las ojeras me llegaban al suelo pero me hice el ánimo de levantarme. Ese día estuvimos todos juntos, yo tenía dolor de wata, estaba toda doblada en la cama y no quería tomar, pero el vino y la cerveza pasan por mi frente. Punky, awelo y yo fuimos a la botillería desde la plaza Victoria, entonces caminamos y derrepente vemos gigantes por todos lados, música, bailarines, enanos y yo dije llamemos al resto y bailabmos todos porque al fin habiamos enocntrado a los pasacalles que estabamos buscando.
Scuash scuash scuash todos retratados, me hacia cosquillas en la wata ver tanta cosa linda y tantos hombres grandes y saltarines, tanta performance dedicada a la belleza corporal y urbana.
Pasamos por una farmacia, me ofrecieron awita, me ofrecieron llevarme a la cruz roja y yo me reia y decía que no que estoy bien, que se me va a pasar, que no me gustan los profesionales de blanco y me seguía riendo de puro dolor.
Compraron más tragos y nos posicionamos para escuchar a chico trujillo. Me encontré a un bebé hermoso, lo tomé lo acurruqué le hice cariños y dije que algún día iba a tener a uno así. Me levanté y me puse a bailar y de tanto bailar se me acabó el dolor, y seguí bailando y me saqué los dos polerones y me puse mi máscara hacia atrás para no molestar
y quedó la escoba.
Me convertí en escoba en un radio de 3 metros. Levanté papeles y botellas y no me sentí mejor porque mientras cruzamos el parque noté que estábamos en un campo minado, ultra minado, triplemente minado. si es tan fácil tirarlo al basurero todo.
Ya no habian botillerias, caminamos hasta Cumming y me senté al medio de la calle delante del signo que indica dirección para que nadie me atropellara. Seguimos buscando botillerias, nos encontramos al Danny, el Danny me hablaba y más me intrigaba su peluca azúl, yo quería su peluca azul y nunca la tiró a la chunia.
Encontramos una boti, sacamos dos vinos tintos, caminamos más arriba y entremedio habia un mar de gente saltando, bailando, sangrando, discutiendo, peleando, habia una ballena de globos, habia un saxofonista, habia un intrumento muy laaaaaaaaaaargo que sonaba muy baaaaaaaaaaaaaaaaajo y que lo tocaba un hombre muy borraaaaaaaaaacho. Habian dos guitarras y habian muchos flashes. Habia un punk que me recordaba al seba, habia una mujer que me habló de su vida, habian pocos cigarros y habia mucha alegria.
Nuevamente mirpe y dije aaaah que rico, así como dice el Diego.
Eran las 6 am. Nos paramos, se acabo el tinto, quiero más tinto dije muchas veces. Una gritaba quiero agua quiero agua, yo quería mear mear y la otra buscaba agua agua. Dejamos al grupo durmiendo en la plaza, ni durmieron, queria llevarmelos a casa pero ellos muy firmes. Me fui con el awelo caminando hasta la pensión. Habalmos. Le conté que era bacan la literatura, que me gustaban las novelas más que la historia, que nos llevan a pasajes impensables dentro de nuestra vida, que cuando sea grande me gustaría hacer una película de los Detectives Salvajes, que quiero estudiar cine, que mejor corramos hacia arriba porque estoy que me hago pipí. Que llegue y nos acostamos por fin en una cama, mi espalda estaba destrozada pero mi cuerpo estaba satisfecho porque tenia amigos con los que no tengo que finjir ser otra cosa. Porque no tengo que cambiar para que me quieran y ellos no tienen que cambiar para yo quererlos.
que es bacan mi vida porque soy honesta y no necesito transformarme en algo que no soy.

jaam

1 comentario:

  1. no sè què pensar de ese dìa
    te fijaste q el arbol donde dormimos era gigante??

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