lunes, 11 de octubre de 2010

un sueño de aquellos

El ron con cocacola, el desaire que me atormentaba un poco me hizo buscar una salida, que sin querer mencioné y tuve como respuesta una linda noticia: no era sólo yo. Además descubrí que era algo especial, más de lo que creía y que rebozó mi wata con lindas mariposas. Respiré bien, seguí la embriaguez y luego me fui a acostar.
Entonces, durante el sueño me desperté, como si fuera muy real. Lo veía venir y me emocionaba de sólo saber que cabía una noche entera para conocerlo y hablarle. La mochila, la ropa oscura, los ojos verdes hacían algo más que un espectáculo que me tranquilizaba en la medida que pasaban los minutos. Estaba en el mismo departamento, con los mismo amigos, con unos personajes anexos, con las ganas de cambiar en la boca y en la mente. Entonces la Tana habló muy fuerte y desperté. Y sin embargo, sentí una alegría que no sentía hace mucho, por varios segundos, hasta cuando me di cuenta que fue un hermoso sueño, y entonces la felicidad me bajó sólo un poco.

un suspiro