domingo, 26 de julio de 2009

mi negación del neg-ocio

Primero: buscas el ocio -lanegación del negocio- porque como todo es un negocio no te queda ocio, si que mejor lo buscas. Si la encuentras recoje materiales.

Segundo: te pones el rock, el pop, el metal, el hip hop, el trip encima, un humo vacilón sin falta. La música es esencial sí, te protege de todo tipo de des-abstracción del mundo y ayuda a perderse en el ocio tan codiciado.

Tercero: encontrar materiales. una imagen por allá otra por acá, que arriba del techo, que las telas de araña para pegar y restos materiales de la vida pasada. siempre escuchando el rock que em mi caso me acompañó esta vez be jota o ere ka, bjork

d) despejar el mundo para hacer más mundo que proviene del ocio y comenzar a pegar, a mover, a despegar, a descuajar, a desguañangar, a perplejizar-se, a podrirse un poco, a que sea biserversa el mono, o que se encuendren dos caras en una cara, a que no muestre nada, a que sí muestre algo, pero que es ocio, pero el ocio no es nada, es algo más tangible que el neg-ocio y mi ocio lo adoro y ahí cuajaringa todo entonces usas la tela de araña para pegar, buscas unos jusanos para colgar de un ángulo y lo cuelgas.

e) cuelgas el mono

f) sigues escuchando el rock y miras el mono y sigues en tu ocio, que es la negación de tu neg-ocio

domingo, 19 de julio de 2009

Hace tiempo no me tomo el tiempo


Me tomé el tiempo, me lo trago de a poco y de a poco me voy dando cuenta del fraude del miedo, el miedo a la oscuridad. Oscuridad natural, propia de nuestros mundos, del sueño, del juego, del silencio, de las relaciones. Como los hombres de ternos nos enseñan a temer a la oscuridad y que el miedo se transforme en natura. La televisión y sus al rededores no cesan sus paranoias y la gente a penas sale a la calle, por miedo. Control, constructo, control, constructo, control, constructo y yo he sido parte de aquello, de aquel juego enfermizo, squizoide, porductores de paranoias.
Pero me niego a seguir el juego, no me gustan sus reglas ni maniobras que dejan en claro la voz de la autoridad y la insolencia del poder, me niego a enrejarme y que el deber me enajene de los sabores mundanos, me niego a perder el tiempo en el miedo y me tomaré un tiempo.