lunes, 29 de marzo de 2010

No, no creo que alguien quiera eso

Bueno, supongo que nadie quiere cometer los mismos errores, pisar el mismo palito para cruzar el río, caer en la trampa de nuevo, que tomen el pelo de nuevo, caerse con la misma piedra, costruir casa sobre la arena, asegurarse de que la muerte no existe, atravesar el mismo puente malo, toparse con la hormiga cabezona, hacerse la loca, tener oídos sordos y ojos ciegos...no, nadie quiere eso.
Creo que es mejor ponerse el parche antes de la herida, apaciguar con hipoglós, retraer el acto...digamos, no precipitarse, adrentarse a lo que va a pasar, asegurarse de lo seguro, prometerse no volver a ser la tontorrona de antes.

publícame la entrá

viernes, 12 de marzo de 2010

I have a dream

Me acosté con los labios agotados y como a las dos horas me levanté, ya era de día nos estábamos cambiando de casa. Estaba mi hermana pero con unos 24 años, estaba mi hermano, que era Sebayo (Sebayo!!, qué hacía él como mi hermano), con unos 18 años y estaba yo, la menos, de 16 años. Estábamos envalando las cosas de esta pieza, mi pieza, y era como un sábado por la mañana-tarde, con ese sol tenue que se nota del oriente o del poniente según intercambio de escenario entre el dormitorio y la entrada de autos.
Entonces yo miro a mis hermanos por atrás y me nace un gran cariño hacia ellos -yo creo que era la emoción de sentir que tenía un hermano mayor- y quedabamos los tres abrazados. Es aquí lo grotesco. Sebayo comienza a lanzar unas palabras, unas frases, te quiero, te quiero mucho, estoy enamorado de tí, recuerdo cuando nos tocábamos, no me quiero separar de tí, entonces, sin dejar de contener el abrazo fraternal acerca sus labios gruesos y me besa. Mi reacción pávida, no hice nada, sólo que mi mente actuó para encontrarnos sin mi hermana, los dos acostados en mi cama, así tal cual está ahora, con la luz del atardecer, él abrazándome por la cintura y yo haciendole cariño, hablando de que éramos hermanos, que la cuestión social, que no nos da asco enredarnos en la cama pero qué dirá mamá, qué diran los tios, qué dirán, qué dirán.
Entonces comenzamos a racionalizar. Si diferencia física al resto de la familia, su color de pelo amarillo, sus ojos café claros, sus labios rojos, su cuerpo grande, su nariz medio respingada, sus dientes, hasta su lengua era diferente a nuestros padres, nuestros abuelos, inclusive a la de nuestros vecinos. La conclusión fue que él era un hombre adoptado, el gran secreto de mamá, que éramos hermanos de papel pero no de sangre, y que podíamos mantener nuestro amor grotesco a voz callada, así como en Los excentricos Tenenbaums.
Y así...el sueño se va desvaneciendo entre nuestros labios carnosos saboreando el primigenio placer del beso.

miércoles, 3 de marzo de 2010

asi de tanto extrañaba


Antes de aquél mal viaje apadrinado por mi antigua pareja estaba sostenida por pequeños hilos de amor, de esos que podrían haber aguantado muchos años más pero que me hacian sentir fome, avejentada, podrida, aburrida, malgastada, malusada, malañosa. Ahora que ya pasó el mal viaje y siento que ando feliz por la vida aprovechando mis dias de mujer se me fomentan las ganas de coquetear.
Miaradas por acá, miaradas por allá, con uno, con otro, con este, con este otro y que rico es sentir eso que es tan preciado en el momento justo antes de decir "me gustai, quisiera aprenderme tu nombre". Ese acto de mirar fijamente a los ojos, al cuerpo, de una manera indiscreta-discreta, que se note pero que no, que me mire pero no tanto, que lo observo y que me gusta cada vez que paso. Me dan ganas de hablarle y decirle "oye tú, no eres Francisco que estudia psicología en la Chile" y que se de cuenta que es una pregunta inventada sobre un personaje inventado para excusar la intromisión que hago para escuchar su voz y su verdadero nombre.
El coqueteo es lo más rico y sensual que hay por la vida y por mí viviría en un costante coqueteo pos el pololeo implantado ya se pone fome y siempre es lo mismo, que se gustan, que se besan, que fornican, que pelean, que terminan.
Se me ha salido de acolescente y más encima adolecia desde antes, jajaja, yo creo que me gusta así y espero se demore un buen tiempo.