jueves, 2 de abril de 2009

se me escapa por los poros

Necesito un señuelo, señuelo, señuelo... señuelo como el de Hitchcock, y doblegarle la onda a la cosa, perder el sentido, enajenarme, me estoy aburriendo, lo que siempre me hace perder, el cambio cambio. De qué está argüido si no hay un torbellino que te mueva el aire ni un terremoto que te mueva las piernas. Vino radiohead, vino sonic youth y me han matado en la cama para pensarme un rato más.

Me bajé de la micro de ultranoche, con un par de pelagatos en la esquina que a cualquiera les daría miedo pero que a mí me dan seguridad cognitiva y me siento en casa, pero qué casa. a qué le podis llamar casa. Si vez la luna -vi la luna en ese instante- y pensas que la vieron inimaginables personajes que aparentemente estás detrás tuyo - que yo creo que estan al mismo instante que yo- y la vieron diferente, y piensas que increible que algo es sostenible en el aire, en el cielo, y no se cae -olvidando las expliaciones científicas- ajeno a tu casa, a jeno al mundo, algo similar a una uña y te preguntai qué mierda estay haciendo, qué estay estudiando, pq estas en una institución, pq trabajo, porque ando inutilmente vestida, porqué me dejo crecer el pelo, etc. y vuelvo a caer el sistema existencialista y me dan ganas de volver a casa, eso es casa. eso me hace a hogar -no ahogar- y la verdad es que ya quiero hacer mis cosas sola, con él, y todo lo maquinizado para que uno haga mil cosas antes de irse a vivir solo botarlo al suelo, pisarlo y escupirlo bien escupido.