el baile

Parece que empinar el vaso lleno constantemente durante dos semanas atrás me ha proporcionado todo lo que vendría siendo MISTICIDAD. La soltería también entrega su parte y puede que el remojo de entrepiernas también. Lo fulgorozo y la perpicacia que se han enfurecido en las corazonadas, presentimientos y sueños premonitorios han convertido la vida en la extrañeza más vertiginosa que haya saboreado. Un círculo abominable e ilegal dentro del devenir de la vida, se siente como si se tuviera todo controlado, mas bien todo sabido. Quizas más poderoso que los brutales que engañan con el tarot en el museo precolombino, quizas más fuerte que lo que depara dios y quizas más fuerte de lo que Confucio decía.

De todas formas, aplicar el materialismo de lo que me sucede acabe con el hechizo y seguramente si materializo en letras cibernéticas (que cada día me aburren más y pienso seriamente en volver a mi cuaderno y lápiz) desate tambien el puto y maricón mal de ojo que me hecharon porque nunca antes me habia sentido tan abrumada por mis decisiones, que a pesar de ser poco pensadas, no crei que me iban a retorser la cabeza asi de esta forma.

Por mientras una se pone a bailar con dos y al final se termina sola haciendo el último paso. Bueno, nunca dejaré de amar mi soledad, que no lo cambio por nada en el mundo.