Era una mujer con cabeza de vaca

Había visto tanto olor femenino antes pero como ahora, nunca. Lo encuentra cuático y atractivo. Piensa, uhm, la brutalidad de no sé qué cosa química y biológica hace que esa mujer sea así de voluptuosa, tímida y llena de calentura.
Cuando la conoció la encontró útil por cuestiones cotidianas, pero nada más. A veces le aburría su tono angelical y ofrecedora que procuraba agradar. La olvidó.
Cuando se encontraron de nuevo, 3 años después, le pasó que le habian encajado el pito. Lo curiosa le saltó al tiro cuando supo ella perdido la virginidad pero cuando estaban iguales las conversaciones sobre sexo se hicieron eternas eternas. Ella había tenido experiencias con tres hombres, entonces le contó de todo lo que pudo haber echo en tres años y esa mujer absorvió todo, como esponja a la cerveza, como abejas a la miel...Fue capáz de hasta enamorarse de su primer hombre para estar segura del sexo eterno, pero la realidad la consumió cuando le patearon el culo.
Ella dilusida y está casi segura que las inquietudes de su amiga la estan matando en noches sudorosas y a solas, que explota de maravilla femenina, de entrepiernas mojadas, de miradas obscenas, de ganas de descontrolarse. Cuando se pone en su lugar y recuerda su plenitud en la pubertad y recuerda esos escalofrios que hacer tiritar hasta la guata cuando veia a alguien desnudo y el momento se pone poco lisonjero.
Podría recomendarle que se fume un pito, pero todos se avalanzan y la asutan de lo agradable y relajante que es y no le dejan hacer el trabajo de amiga y recomendarle vida y no ansian que la estan llenando de locuras que la reprimen en cada momento, porque eso es, su amiga es un reprimida que desearia hacer tantas cosas en la cama pero su jodido autocontrol la delatan notablemente asustando a cualquiera.
Ahora no sabe cómo decirle.